Un día de septiembre de 2009, mi hija Gema de 5 años de edad de forma inesperada y sin síntomas previos, comenzó a vomitar, la tuvimos que llevar deshidratada a las pocas horas al materno infantil de Badajoz para rehidratarla.
Este suceso se repetiría durante el siguiente año y medio y lo más sorprendente, con una regularidad de entre 82 y 86 días, ante lo inexplicable de la cuestión, los médicos nos dijeron que tenía el síndrome de vómitos cíclicos.
La niña sufrió todo tipo de pruebas para ir descartando las enfermedades más serias hasta que la prueba al helicobacter pílori dió positivo.
Antes de conocer el problema con helicobacter, llevamos a Gema a la clínica de Antonio Moro y comenzó a tratarla semanalmente. En la fecha que le tocaba la siguiente crisis de vómitos, estos aparecieron, pero de forma tan suave que la niña los superó sola sin deshidratarse y sin necesidad de acudir al hospital, por fin una mejoría!!!
El helicobacter desapareció con antibióticos y la especialista de digestivo nos dijo que le había quedado una gastritis superficial crónica que debía tratar con protector de estómago permanentemente. Yo me negué a admitir una medicación permanente para mi hija y puesto que no daban ninguna alternativa al tratamiento con fármacos, me dirigí de nuevo a Antonio Moro que nos dio una dieta antiinflamatoria básica y siguió tratándola semanalmente en su clínica. La dieta funcionó muy bien y en cinco meses Gema dejó de tomar el protector estomacal a instancia de su doctora de digestivo ya que su estado de salud había mejorado enormemente, nunca más ha vuelto a vomitar hasta el día de hoy en la forma en que lo hacía antes.
Sinceramente Antonio, gracias de corazón, nos has abierto una puerta llena de posibilidades en que nos hacemos responsables de nuestra salud.
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