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La importancia del calzado adecuado en personas con lipedema

Elegir el calzado adecuado puede parecer un detalle menor, pero para quienes viven con lipedema, puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida diaria. Este trastorno crónico del tejido adiposo no solo afecta la estética o el volumen corporal, sino que también influye en la movilidad, el dolor y la circulación, especialmente en piernas y pies.

En Clínica Salux, sabemos que un buen abordaje terapéutico empieza también por los pequeños hábitos del día a día, como lo que te pones cada mañana. Por eso, en este artículo te contamos por qué el calzado que eliges importa, cómo puede ayudarte a reducir molestias, y qué opciones son más adecuadas según tu caso. Porque cuidar tus pies es también cuidar tu bienestar.

¿Por qué el calzado influye en el bienestar si tienes lipedema?

Aunque no siempre se le presta atención, el tipo de calzado que usamos puede tener un impacto directo en la sensación de pesadez, el dolor y la inflamación que sufren muchas personas con lipedema, especialmente en las piernas.

El lipedema afecta al tejido graso subcutáneo, generando una acumulación dolorosa que altera la mecánica del cuerpo. Esta alteración cambia la forma en la que caminamos, nos apoyamos y distribuimos el peso. Cuando el calzado no es el adecuado, se amplifican los efectos negativos:

  • Aumenta la sobrecarga en articulaciones como rodillas y tobillos.
  • Se reduce la eficacia del retorno venoso y linfático.
  • Aparecen con mayor facilidad roces, ampollas o presión que empeoran la sintomatología.

📌 Estudios como el de Peled et al. (2021) indican que el uso de un calzado inadecuado en pacientes con trastornos linfáticos puede limitar la movilidad funcional y aumentar el riesgo de edemas secundarios.

Además, cuando una paciente con lipedema utiliza calzado que le aprieta o la obliga a caminar con inestabilidad, su cuerpo responde con compensaciones posturales que pueden derivar en sobrecargas musculares y fatiga crónica.

👉 Por eso, elegir el calzado adecuado no es un gesto trivial: es una decisión terapéutica.

Características del calzado recomendado para lipedema

Elegir un buen calzado si tienes lipedema no se trata solo de buscar comodidad, sino de favorecer la biomecánica adecuada, reducir la carga sobre las piernas y proteger el sistema linfático. Estas son las características clave que deberías buscar en tus zapatos del día a día:

1. Suela flexible y con buena amortiguación

Una suela que absorba el impacto al caminar ayuda a:

  • Reducir la presión en articulaciones sobrecargadas como tobillos y rodillas.
  • Minimizar el microtrauma en los tejidos subcutáneos afectados por el lipedema.
  • Favorecer una pisada más suave y estable.

💡 Opta por calzado con suelas de goma EVA, gel o materiales viscoelásticos.

2. Horma ancha y sin costuras internas

Las personas con lipedema suelen experimentar inflamación que varía a lo largo del día. Por eso:

  • La puntera debe permitir libertad de movimiento sin presionar los dedos.
  • Las costuras o refuerzos internos pueden causar dolor o lesiones dérmicas.
  • Un calzado adaptable permite evitar la sensación de “calzado que aprieta por la tarde”.

3. Materiales transpirables y ligeros

El sobrepeso localizado en extremidades puede generar más sudoración y retención de líquidos. Un calzado ideal debe:

  • Permitir la ventilación del pie y evitar humedad prolongada.
  • Ser lo más ligero posible para no aumentar la fatiga muscular.

Las telas técnicas, el cuero natural perforado o las microfibras de alta gama son buenas opciones.

4. Tacón bajo (2-4 cm) y base estable

El tacón no debe ser plano ni excesivamente alto. Lo ideal:

  • Una ligera elevación ayuda al retorno venoso y linfático.
  • Una base ancha mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas.

🚫 Evita plataformas altas, tacones finos o calzado sin sujeción posterior.

5. Compatibilidad con plantillas personalizadas

Si tienes pie plano, valgo o problemas posturales derivados del lipedema, es posible que tu fisioterapeuta o podólogo te recomiende usar plantillas ortopédicas. Asegúrate de que:

  • El calzado tenga una plantilla extraíble.
  • Haya suficiente espacio en el empeine para no comprimir el pie.

Tipos de calzado que deberías evitar si tienes lipedema

Así como existen modelos de calzado que pueden ayudarte a sentirte más ligera y con menos molestias, también hay ciertos tipos que conviene evitar completamente, ya que pueden empeorar los síntomas del lipedema o generar nuevas molestias.

A continuación, te contamos cuáles son y por qué:

Zapatos con puntera estrecha o forma puntiaguda

  • Comprimen los dedos y el antepié, lo cual agrava la sensación de presión o dolor.
  • Alteran el apoyo natural del pie, forzando la postura y generando sobrecargas.
  • Favorecen la aparición de callosidades, ampollas y deformidades digitales.

Tacones altos o inestables

  • Desplazan el centro de gravedad hacia adelante, lo que sobreexige las rodillas y los dedos del pie.
  • Dificultan el equilibrio y aumentan el riesgo de caídas.
  • Impiden una marcha natural, esencial para estimular la bomba muscular y linfática.

📌 En personas con lipedema, el uso prolongado de tacón alto puede incluso intensificar la hinchazón en tobillos y empeines.

Sandalias planas sin sujeción

  • Aunque pueden parecer cómodas, no ofrecen soporte plantar ni ayudan al retorno venoso.
  • Al no sujetar el talón ni el puente del pie, provocan inestabilidad al caminar.
  • No protegen la piel ni el tejido sensible ante roces o golpes.

Calzado con costuras duras o materiales rígidos

  • Las zonas de presión excesiva pueden provocar marcas, irritaciones o incluso edemas localizados.
  • El calzado rígido no se adapta al volumen variable de las piernas y pies a lo largo del día.

Recuerda: el objetivo del calzado en lipedema es acompañar y no oprimir.

Cómo elegir el mejor calzado según tu caso

Cada persona con lipedema es distinta: no solo en el grado o zona afectada, sino también en su nivel de actividad, estilo de vida y sintomatología. Por eso, no hay un único tipo de calzado ideal, sino una serie de criterios que pueden ayudarte a encontrar el más adecuado para ti.

Aquí te damos una guía sencilla y efectiva:

1. Observa cómo responde tu cuerpo a lo largo del día

El lipedema suele provocar mayor hinchazón en las piernas al final de la jornada, por lo que es importante:

  • Probarte los zapatos por la tarde, cuando el volumen es mayor.
  • Verificar que no aparezcan marcas al quitártelos.
  • Asegurarte de que no sientes presión ni compresión excesiva, especialmente en la zona del empeine, tobillo o lateral del pie.

2. Consulta con tu fisioterapeuta o podólogo

Un calzado puede parecer cómodo al caminar, pero no ser funcional desde el punto de vista biomecánico o linfático. Un profesional puede ayudarte a:

  • Analizar tu tipo de pisada y postura.
  • Detectar disfunciones articulares o musculares.
  • Recomendar modelos concretos o plantillas personalizadas.

👉 En Clínica Salux, valoramos tu caso de forma integral y adaptamos también el tipo de calzado como parte del tratamiento.

3. Elige modelos que se adapten a diferentes momentos del día

Si tus piernas varían mucho de volumen:

  • Ten al menos dos pares de calzado con diferentes ajustes (uno más holgado para el final del día).
  • Usa calzado específico para estar en casa, con buena amortiguación y sujeción.
  • Evita llevar siempre el mismo par: alternar modelos reduce el impacto repetido sobre zonas sensibles.

4. Prioriza marcas que ofrezcan diseño + salud

Hoy en día, muchas marcas trabajan en modelos de calzado que combinan estética y funcionalidad. Busca:

  • Líneas específicas para pies sensibles o anchos.
  • Modelos recomendados para personas con trastornos circulatorios.
  • Opiniones de otras mujeres que también viven con lipedema.

A veces, invertir un poco más en un buen par de zapatos es invertir en menos dolor y más libertad de movimiento.

Consejos prácticos desde la fisioterapia integrativa

En Clínica Salux no solo tratamos los síntomas del lipedema, sino que también te ayudamos a mejorar tu día a día con decisiones inteligentes y personalizadas. El tipo de calzado que usas, cómo lo combinas y cuándo lo llevas forma parte del tratamiento conservador.

Aquí van algunos consejos prácticos y fáciles de aplicar:

1. Usa calzado diferente para casa y para la calle

  • En casa, opta por calzado muy ligero, con suela antideslizante y buena sujeción del arco plantar.
  • Evita estar descalza o con chanclas planas: esto puede afectar la pisada y el retorno venoso.

2. Combina el calzado adecuado con prendas de compresión

  • Si tu fisioterapeuta te ha indicado medias compresivas, asegúrate de que el calzado:
    • No oprima ni doble la media.
    • Tenga suficiente espacio en el empeine.
  • Evita calzado que desplace o deforme la prenda de compresión.

📌 La sinergia entre ropa compresiva y calzado adecuado puede potenciar notablemente los beneficios del tratamiento.

3. Evita estar de pie sin moverte durante mucho tiempo

  • Aunque el calzado sea bueno, estar quieta mucho rato de pie puede agravar la retención de líquidos y generar dolor.
  • Levántate, camina unos pasos o haz movimientos suaves de tobillo cada 20–30 minutos si trabajas de pie.

4. Revisa tu calzado con regularidad

  • La forma del pie puede cambiar con el tiempo por el lipedema.
  • Reemplaza calzado gastado que haya perdido amortiguación o deformado la plantilla interna.
  • No te aferres a unos zapatos “bonitos” si ya no cumplen su función terapéutica.

Recuerda: no se trata solo de tener un zapato cómodo, sino de que te ayude a caminar con más libertad y menos dolor cada día.

Cómo el calzado adecuado potencia otros tratamientos

El tratamiento del lipedema no se limita a las sesiones en consulta: continúa en casa, en tus rutinas y, sí, también en cómo te vistes y te mueves cada día. En este sentido, el calzado que usas actúa como un refuerzo clave de las terapias fisioterapéuticas que aplicamos en Clínica Salux.

1. Mejora la eficacia del drenaje linfático manual

El drenaje linfático manual es una técnica esencial en el tratamiento conservador del lipedema. Si se combina con calzado que:

  • No oprima puntos de retorno venoso (como empeine o tobillo),
  • Facilite una marcha fluida y sin dolor,

… se favorece el trabajo del sistema linfático durante más horas del día, ayudando a mantener los resultados tras cada sesión.

👉 Más sobre drenaje linfático manual

2. Apoya los efectos del ejercicio terapéutico

Los ejercicios específicos para lipedema, como caminatas en piscina, ejercicios en descarga o activación muscular suave, tienen más impacto cuando:

  • Se realizan con un calzado que permite estabilidad articular.
  • No genera dolor durante la marcha ni fatiga anticipada.

👉 Descubre nuestros ejercicios terapéuticos

3. Reduce el dolor crónico y las compensaciones posturales

Un mal apoyo plantar provoca desequilibrios musculares que generan dolor en:

  • Tobillos, rodillas, caderas y espalda.
  • Incluso puede afectar la zona cervical por adaptaciones compensatorias.

El calzado correcto ayuda a redistribuir el peso corporal, lo que reduce tensiones innecesarias y mejora el confort general.

4. Mejora el estado emocional y la motivación

Cuando caminar deja de ser doloroso, aumenta la disposición a moverse más, hacer ejercicio o simplemente participar en la vida diaria. Esto impacta directamente en:

  • La autoestima.
  • La adherencia al tratamiento.
  • La sensación de control sobre la enfermedad.

Pequeños cambios generan grandes avances, y tu calzado puede ser uno de ellos.

Conclusión: más que comodidad, una herramienta terapéutica

El calzado que eliges cada día no solo afecta tu forma de caminar: también influye en cómo te sientes, en cuánto puedes moverte y en cómo responde tu cuerpo al tratamiento del lipedema. Lo que parece un gesto cotidiano es, en realidad, una pieza clave en tu bienestar físico y emocional.

Desde Clínica Salux te animamos a revisar tu calzado no solo con ojos estéticos, sino también funcionales. Escoge modelos que respeten la forma natural de tu cuerpo, que te acompañen sin dañar, y que se conviertan en un apoyo más dentro de tu camino terapéutico.

Recuerda: con pequeños cambios, puedes dar grandes pasos. Y cada paso que des sin dolor, es un paso ganado a la enfermedad.

📌 Artículo redactado y revisado por el Dr. Antonio Moro Pantoja
Doctor Cum Laude por la Universidad de Sevilla. Especialista en fisioterapia integrativa, drenaje linfático, osteopatía, kinesiología holística y tratamiento personalizado para pacientes con lipedema.

Dr. Antonio Moro Pantoja

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