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ToggleIntroducción a las disfunciones miccionales y la incontinencia urinaria
Las disfunciones miccionales engloban una serie de alteraciones que afectan el proceso de almacenamiento y vaciado de orina. Estas disfunciones pueden manifestarse a través de problemas como el aumento de frecuencia miccional, sensación de que la vejiga no se vacía por completo o episodios de pérdida involuntaria de orina. Una de las manifestaciones más comunes de estas alteraciones es la incontinencia urinaria, que se presenta en diversas formas y afecta significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.
Definición de disfunciones miccionales
Las disfunciones miccionales son alteraciones en el funcionamiento normal del tracto urinario inferior, que incluyen la fase de vaciado vesical y el almacenamiento de orina. Estas condiciones pueden ser causadas por factores anatómicos, neurológicos o funcionales, como la hiperplasia prostática benigna, infecciones, o debilidad en la musculatura del suelo pélvico.
Importancia de comprender la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria se define como la pérdida de orina de forma no controlada, que puede variar desde episodios leves hasta una pérdida significativa. Este problema se clasifica en diferentes tipos de incontinencia urinaria, como la incontinencia urinaria de esfuerzo, la incontinencia urinaria de urgencia y la incontinencia urinaria mixta. Cada tipo tiene causas específicas, como el aumento de la presión intraabdominal, la contracción del músculo detrusor involuntaria o el deterioro de los mecanismos de cierre uretral.
Impacto en la calidad de vida de los pacientes
Las disfunciones miccionales y la incontinencia urinaria tienen un impacto profundo en los aspectos físicos, emocionales y sociales de los pacientes. La pérdida involuntaria de orina asociada puede generar vergüenza, ansiedad, aislamiento social e incluso depresión. Además, condiciones como la incontinencia urinaria nocturna o urinaria nocturna en adultos pueden interferir con el descanso adecuado, afectando el rendimiento diario.
Un estudio publicado en el Journal of Clinical Nursing encontró que el 75% de las personas con todas las incontinencias urinarias reportan una reducción significativa en su calidad de vida, lo que subraya la necesidad de abordar este problema de manera integral. Las estrategias de estilo de vida, como fortalecer la musculatura del suelo pélvico mediante ejercicios del suelo pélvico, adoptar hábitos saludables y buscar atención médica oportuna, son fundamentales para mejorar la calidad de vida y el bienestar general.
Anatomía y fisiología del sistema urinario
El sistema urinario es un conjunto de órganos y estructuras que trabajan en conjunto para filtrar y eliminar desechos del cuerpo a través de la orina. Comprender su anatomía y funcionamiento es fundamental para identificar alteraciones como las disfunciones miccionales y la pérdida involuntaria de orina.
Estructura del sistema urinario
El sistema urinario está compuesto por:
- Riñones:
- Filtran la sangre para eliminar desechos y regular el equilibrio de agua y electrolitos.
- Uréteres:
- Conductos que transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga.
- Vejiga:
- Órgano muscular que almacena la orina hasta que se vacía durante la micción. Está rodeada de músculos como el detrusor, cuya contracción permite la expulsión de la orina.
- Uretra:
- Conducto que lleva la orina al exterior del cuerpo. En hombres, también transporta semen; en mujeres, es más corta, lo que las predispone a infecciones del tracto urinario.
Funcionamiento normal del proceso de micción
El proceso de micción involucra dos fases principales:
- Fase de llenado:
- Durante esta fase, la vejiga almacena la orina. El músculo detrusor permanece relajado, mientras que los esfínteres interno y externo se mantienen cerrados para prevenir escapes de orina.
- La capacidad normal de la vejiga es de aproximadamente 400-600 ml.
- Fase de vaciado:
- Cuando la vejiga está llena, los receptores de estiramiento envían señales al cerebro para iniciar la micción.
- Durante la micción, el músculo detrusor se contrae involuntariamente, mientras los esfínteres uretrales se relajan, permitiendo que la orina salga a través de la uretra.
Mecanismos de control de la continencia urinaria
La continencia urinaria depende de un equilibrio entre la presión dentro de la vejiga y la presión intraabdominal, junto con la acción coordinada de varios mecanismos:
- Musculatura del suelo pélvico:
- Proporciona soporte a la vejiga y la uretra, evitando la pérdida de orina incluso cuando se aumenta la presión intraabdominal, como al toser o estornudar.
- Su debilidad puede llevar a la incontinencia urinaria de esfuerzo.
- Esfínter uretral:
- Regula la salida de orina. El esfínter interno actúa involuntariamente, mientras que el externo es controlado conscientemente.
- Control nervioso:
- Los nervios del sistema autónomo (simpático y parasimpático) regulan la contracción y relajación del músculo detrusor y los esfínteres. La disfunción en estos nervios puede provocar hiperactividad del músculo detrusor, que a menudo está asociada a la incontinencia urinaria de urgencia.
Comprender la anatomía y fisiología del sistema urinario es crucial para identificar las causas de alteraciones como el aumento de frecuencia miccional, el vaciado incompleto de la vejiga o los diferentes tipos de incontinencia urinaria. Esto permite diseñar estrategias de tratamiento efectivas, como fortalecer la musculatura del suelo pélvico mediante ejercicios específicos o adoptar estrategias de estilo de vida que mejoren el control urinario.
Tipos de disfunciones miccionales
Las disfunciones miccionales abarcan una amplia variedad de problemas relacionados con el control de la orina. Entre ellas, la incontinencia urinaria se presenta en diferentes tipos, cada uno con causas, síntomas y factores de riesgo específicos.
Incontinencia urinaria de esfuerzo
- Descripción y características: La incontinencia urinaria de esfuerzo se produce al realizar actividades que aumentan la presión intraabdominal, como toser, estornudar o levantar objetos pesados. Esto provoca una pérdida involuntaria de orina debido a la incapacidad de los mecanismos de cierre uretral para soportar la presión generada.
- Causas comunes:
- Debilidad en la musculatura del suelo pélvico.
- Daño en los tejidos de soporte de la vejiga y uretra, común tras partos vaginales.
- Cirugías pélvicas o prostatectomía.
- Factores de riesgo asociados:
- Embarazo y parto.
- Obesidad.
- Envejecimiento, que reduce la elasticidad del tejido pélvico.
Incontinencia urinaria de urgencia
- Definición y síntomas: La incontinencia urinaria de urgencia se caracteriza por una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida de orina debido a la contracción involuntaria del músculo detrusor durante la fase de llenado de la vejiga.
- Etiología y desencadenantes:
- Hiperactividad del músculo detrusor, frecuentemente asociada a enfermedades neurológicas como Parkinson o esclerosis múltiple.
- Infección del tracto urinario, que irrita la vejiga y provoca urgencia urinaria.
- Factores irritantes como consumo excesivo de cafeína, alcohol o bebidas carbonatadas.
Incontinencia urinaria mixta
- Combinación de esfuerzo y urgencia: La incontinencia urinaria mixta combina los síntomas de la incontinencia de esfuerzo y la de urgencia, lo que significa que los pacientes experimentan pérdida de orina tanto durante actividades físicas como ante una necesidad súbita de orinar.
- Prevalencia y perfil de pacientes: Es más común en mujeres mayores y en pacientes con múltiples factores de riesgo, como partos vaginales y afecciones neurológicas. Representa aproximadamente el 30% de todas las incontinencias urinarias en mujeres adultas.
Incontinencia por rebosamiento
- Mecanismo de acción: La incontinencia por rebosamiento ocurre cuando la vejiga no se vacía por completo, lo que provoca una fuga constante o intermitente de orina. Esto puede deberse a obstrucción uretral o debilidad del músculo detrusor.
- Causas subyacentes:
- Hiperplasia prostática benigna en hombres.
- Lesiones medulares o neuropatías que afectan el control vesical.
- Uso de medicamentos que interfieren con la contracción vesical.
Incontinencia funcional
- Definición y ejemplos: La incontinencia funcional ocurre cuando una persona tiene un control normal de la vejiga, pero es incapaz de llegar al baño a tiempo debido a limitaciones físicas o cognitivas. Por ejemplo:
- Personas con movilidad reducida.
- Pacientes con demencia o Alzheimer.
- Factores contribuyentes:
- Dificultades arquitectónicas o falta de acceso a baños.
- Condiciones médicas que limitan la movilidad.
Enuresis nocturna
- Descripción y prevalencia: La enuresis nocturna, o pérdida de orina durante el sueño, es común en niños, pero también puede presentarse como incontinencia urinaria nocturna en adultos. En los adultos, puede estar asociada a problemas neurológicos o enfermedades del tracto urinario.
- Diferenciación entre niños y adultos:
- En niños, suele ser una condición benigna relacionada con un desarrollo incompleto del control vesical.
- En adultos, puede estar vinculada a factores como hiperactividad del músculo detrusor, insuficiencia renal o infección del tracto urinario.
La identificación del tipo de incontinencia urinaria es clave para establecer un tratamiento adecuado. Abordar las causas subyacentes y adoptar estrategias de estilo de vida, como fortalecer la musculatura del suelo pélvico mediante ejercicios del suelo pélvico, son pasos fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Causas y factores de riesgo de las disfunciones miccionales
Las disfunciones miccionales, incluidas las diversas formas de incontinencia urinaria, pueden tener múltiples causas y factores de riesgo asociados. Estas condiciones suelen surgir de una combinación de factores anatómicos, fisiológicos, médicos y de estilo de vida.
Factores anatómicos y fisiológicos
- Debilidad en la musculatura del suelo pélvico: La falta de soporte adecuado en la vejiga y la uretra puede conducir a condiciones como la incontinencia urinaria de esfuerzo, especialmente en mujeres tras el parto o con envejecimiento.
- Alteraciones en la presión intraabdominal: Aumentos repentinos de la presión intraabdominal durante actividades como toser o levantar peso pueden superar la capacidad del esfínter uretral, provocando pérdidas de orina.
- Contracción involuntaria del músculo detrusor: Una actividad descontrolada del detrusor puede causar hiperactividad del músculo detrusor, lo que resulta en una incontinencia urinaria de urgencia.
Influencias hormonales y relacionadas con la edad
- Disminución de estrógenos en mujeres posmenopáusicas: La caída de los niveles hormonales puede debilitar los tejidos uretrales y vaginales, aumentando el riesgo de incontinencia urinaria.
- Envejecimiento del sistema urinario: Con la edad, se reduce la elasticidad de la vejiga y disminuye la velocidad del flujo urinario, lo que puede contribuir a la sensación de que la vejiga no se vacía completamente.
- Cambios hormonales durante el embarazo: En las mujeres embarazadas, la combinación de presión sobre la vejiga y alteraciones hormonales incrementa la probabilidad de disfunciones miccionales.
Impacto de enfermedades crónicas y condiciones médicas
- Hiperplasia prostática benigna: En los hombres, esta condición puede causar obstrucción del flujo urinario y contribuir a la incontinencia por rebosamiento.
- Enfermedades neurológicas: Afecciones como la esclerosis múltiple, el Parkinson o las lesiones medulares pueden alterar el control del sistema nervioso sobre la vejiga.
- Infecciones del tracto urinario: Las infecciones recurrentes irritan el tracto urinario inferior, causando síntomas como urgencia urinaria y frecuencia aumentada.
Efecto de medicamentos y sustancias
- Medicamentos diuréticos: Estos fármacos aumentan la producción de orina, lo que puede desencadenar episodios de incontinencia.
- Relajantes musculares y sedantes: Pueden afectar el control del esfínter y la función del músculo detrusor.
- Sustancias irritantes: El consumo excesivo de cafeína, alcohol y bebidas carbonatadas puede actuar como irritante vesical, exacerbando los síntomas.
Estilo de vida y hábitos que afectan la continencia
- Obesidad: El exceso de peso aumenta la presión intraabdominal, contribuyendo al debilitamiento del suelo pélvico.
- Dieta desequilibrada: Una ingesta insuficiente de líquidos puede concentrar la orina, irritando la vejiga; mientras que el consumo excesivo de irritantes puede exacerbar los síntomas.
- Sedentarismo: La falta de actividad física debilita la musculatura del suelo pélvico, aumentando el riesgo de disfunciones miccionales.
- Estrés crónico: Puede contribuir al desarrollo de síntomas de urgencia urinaria debido a una mayor activación del sistema nervioso autónomo.
Diagnóstico de las disfunciones miccionales
El diagnóstico de las disfunciones miccionales requiere un enfoque integral que combine la evaluación clínica, pruebas específicas y herramientas complementarias para identificar con precisión las causas subyacentes y diseñar un tratamiento adecuado.
Evaluación clínica y anamnesis detallada
La evaluación comienza con una entrevista clínica exhaustiva en la que se recopilan datos relevantes sobre los síntomas del paciente y sus posibles desencadenantes.
- Aspectos clave en la anamnesis:
- Frecuencia de los episodios de pérdida involuntaria de orina.
- Situaciones en las que ocurre (por ejemplo, aumento de la presión intraabdominal al toser, estornudar o durante la actividad física).
- Sensación de que la vejiga no se vacía completamente.
- Síntomas asociados, como aumento de frecuencia miccional o dolor al orinar.
- Antecedentes médicos, como infecciones urinarias recurrentes, partos, cirugías pélvicas o enfermedades crónicas como hiperplasia prostática benigna.
Pruebas urodinámicas y su relevancia
Las pruebas urodinámicas son esenciales para evaluar el funcionamiento del tracto urinario inferior, permitiendo identificar problemas en la fase de vaciado vesical y el almacenamiento de orina.
- Principales pruebas urodinámicas:
- Flujometría: Mide la velocidad del flujo urinario y ayuda a detectar obstrucciones o debilidad del músculo detrusor.
- Cistometría: Evalúa la capacidad de la vejiga y la presencia de contracciones involuntarias, como las asociadas a la hiperactividad del músculo detrusor.
- Prueba de presión-flujo: Analiza la coordinación entre el músculo detrusor y los esfínteres durante la micción.
Estas pruebas son particularmente útiles en casos complejos, como pacientes con incontinencia urinaria mixta o incontinencia por rebosamiento.
Uso de diarios miccionales y cuestionarios
- Diarios miccionales: Se pide a los pacientes que registren durante varios días:
- Horarios de micción.
- Volumen de orina evacuada.
- Episodios de incontinencia.
- Factores asociados, como consumo de líquidos o actividades físicas. Esta herramienta proporciona una visión clara de los patrones miccionales y ayuda a identificar problemas específicos.
- Cuestionarios estandarizados: Instrumentos como el International Consultation on Incontinence Questionnaire (ICIQ) permiten cuantificar el impacto de la incontinencia urinaria en la calidad de vida y evaluar la severidad de los síntomas.
Exámenes complementarios
- Análisis de orina: Ayudan a detectar infecciones del tracto urinario inferior, hematuria o presencia de glucosa, que podrían indicar condiciones como diabetes.
- Ecografías:
- Ecografía vesical: Evalúa el volumen residual de orina después de la micción, útil para diagnosticar problemas de vaciado como la incontinencia por rebosamiento.
- Ecografía pélvica o prostática: Identifica anomalías estructurales o agrandamiento de la próstata.
- Cistoscopía: Permite una visualización directa de la vejiga y la uretra para detectar obstrucciones, lesiones o signos de irritación crónica.
- Estudios neurológicos: En casos donde se sospecha daño neurológico, se pueden incluir pruebas como resonancia magnética o electromiografía.
Tratamientos y abordajes terapéuticos
El tratamiento de las disfunciones miccionales e incontinencia urinaria depende del tipo de disfunción, la severidad de los síntomas y las características del paciente. Las opciones incluyen intervenciones no farmacológicas, farmacológicas, quirúrgicas y el uso de dispositivos externos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y la continencia.
Intervenciones no farmacológicas
- Ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico (Kegel):
- Indicados para mejorar el soporte de la vejiga y la uretra, especialmente en casos de incontinencia urinaria de esfuerzo.
- Involucran contracciones controladas de la musculatura del suelo pélvico, realizadas regularmente para aumentar su fuerza y resistencia.
- Un estudio publicado en Pelvic Floor Disorders Journal encontró que los ejercicios Kegel reducen la pérdida involuntaria de orina asociada en un 70% de los pacientes con incontinencia leve a moderada.
- Terapias conductuales y entrenamiento vesical:
- Entrenamiento vesical: Enseña a los pacientes a retrasar la micción para aumentar la capacidad vesical y mejorar el control urinario. Es eficaz en la incontinencia urinaria de urgencia.
- Biofeedback: Ayuda a los pacientes a identificar y fortalecer los músculos del suelo pélvico mediante dispositivos que monitorizan las contracciones.
- Modificaciones en el estilo de vida y hábitos dietéticos:
- Reducir el consumo de irritantes vesicales, como cafeína, alcohol y bebidas carbonatadas.
- Mantener un peso saludable para disminuir la presión intraabdominal.
- Aumentar la ingesta de fibra para prevenir el estreñimiento, que puede agravar los síntomas.
Tratamientos farmacológicos
- Medicamentos antimuscarínicos y su uso:
- Reducen la hiperactividad del músculo detrusor, aliviando la urgencia urinaria y la frecuencia miccional.
- Ejemplos: Oxybutinina, tolterodina.
- Efectos secundarios: Boca seca, estreñimiento y visión borrosa.
- Agentes agonistas beta-3 adrenérgicos:
- Relajan el músculo detrusor durante la fase de llenado vesical, aumentando la capacidad de la vejiga.
- Ejemplo: Mirabegrón.
- Consideraciones: Menor incidencia de efectos secundarios en comparación con los antimuscarínicos, pero no apto para pacientes con hipertensión no controlada.
- Consideraciones sobre efectos secundarios y contraindicaciones:
- Los tratamientos farmacológicos requieren monitoreo para evitar complicaciones, especialmente en pacientes mayores o con enfermedades crónicas como la hiperplasia prostática benigna.
Intervenciones quirúrgicas
- Procedimientos mínimamente invasivos:
- Inyecciones de agentes de relleno uretral: Ayudan a mejorar el cierre uretral en pacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo leve a moderada.
- Neuromodulación del nervio sacro: Indicado para pacientes con urgencia incontinencia por rebosamiento que no responden a otros tratamientos.
- Cirugías de corrección anatómica:
- Colocación de cabestrillos suburetrales: Un método común para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo al proporcionar soporte adicional a la uretra.
- Suspensión del cuello vesical: Indicada en casos severos de incontinencia.
- Indicaciones y criterios de selección de pacientes:
- Las cirugías se reservan para pacientes con síntomas graves que no responden a tratamientos conservadores.
- Se evalúa la anatomía del tracto urinario y el estado de la musculatura del suelo pélvico antes de proceder.
Dispositivos y ayudas externas
- Uso de pesarios y dispositivos intravaginales:
- Pesarios vaginales se utilizan para proporcionar soporte adicional a la vejiga en mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo.
- Son ideales para pacientes que no pueden someterse a cirugía.
- Productos absorbentes y su correcta elección:
- Diseñados para manejar episodios de incontinencia urinaria nocturna y diurna.
- Se seleccionan según el nivel de absorción necesario y la comodidad del paciente.
- Catéteres y sondas:
- Indicados en casos de incontinencia por rebosamiento o cuando la fase de vaciado vesical está gravemente comprometida.
- Requieren un manejo cuidadoso para evitar infecciones del tracto urinario inferior.
Impacto psicológico y social de la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria no solo afecta la salud física, sino que también tiene un impacto significativo en la autoestima, la calidad de vida y el bienestar emocional de quienes la padecen. Su manejo adecuado implica abordar tanto los aspectos médicos como los psicológicos y sociales.
Efectos en la autoestima y calidad de vida
- Autoestima afectada:
- La pérdida involuntaria de orina puede generar sentimientos de vergüenza, inseguridad y pérdida de confianza, especialmente en situaciones sociales o laborales.
- Los episodios recurrentes, como la incontinencia urinaria nocturna en adultos, pueden provocar frustración y aislamiento.
- Interferencias en la calidad de vida:
- Limitaciones en actividades sociales y laborales: Muchas personas evitan eventos sociales o reducen su participación laboral debido al temor de experimentar pérdidas de orina en público.
- Impacto en el sueño: La incontinencia urinaria nocturna puede interrumpir el descanso, causando fatiga y disminución del rendimiento diario.
- Relaciones personales: Puede generar tensiones en relaciones familiares o íntimas debido a la incomodidad o vergüenza asociada.
Manejo del estigma y apoyo psicológico
- Manejo del estigma:
- La incontinencia urinaria sigue siendo un tema tabú en muchas culturas, lo que dificulta que las personas busquen ayuda médica.
- Es crucial educar a la población sobre la prevalencia de la incontinencia urinaria de esfuerzo, de urgencia y otras formas, para reducir el estigma asociado.
- Apoyo psicológico:
- La terapia psicológica puede ser útil para abordar la ansiedad, la depresión y el estrés relacionados con la condición.
- Técnicas como la terapia cognitivo-conductual (TCC) pueden ayudar a los pacientes a cambiar pensamientos negativos asociados con su condición y desarrollar estrategias de afrontamiento.
Recursos y grupos de apoyo disponibles
- Recursos educativos:
- Sitios web médicos confiables y materiales educativos pueden proporcionar información clara sobre los tipos de incontinencia urinaria y estrategias de manejo, como los ejercicios del suelo pélvico.
- Grupos de apoyo:
- Los grupos de apoyo, tanto presenciales como en línea, ofrecen un espacio seguro para compartir experiencias y recibir orientación. Por ejemplo:
- National Association for Continence (NAFC): Ofrece foros y recursos educativos.
- Incontinence UK: Un portal dedicado al apoyo de pacientes.
- Los grupos de apoyo, tanto presenciales como en línea, ofrecen un espacio seguro para compartir experiencias y recibir orientación. Por ejemplo:
- Programas comunitarios:
- Algunas comunidades cuentan con programas locales liderados por fisioterapeutas o psicólogos que enseñan estrategias de estilo de vida y brindan apoyo emocional.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué tan común es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es una condición muy común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la International Continence Society (ICS), aproximadamente el 25-45% de las mujeres adultas y el 5-15% de los hombres experimentan algún tipo de incontinencia a lo largo de su vida. Su prevalencia aumenta con la edad, aunque no es exclusiva de personas mayores.
¿La incontinencia urinaria es una parte normal del envejecimiento?
No, la incontinencia urinaria no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Aunque los cambios relacionados con la edad, como la disminución de la elasticidad de los tejidos y la debilidad de la musculatura del suelo pélvico, pueden aumentar el riesgo, no debe considerarse «normal». Factores tratables, como enfermedades subyacentes o hábitos de vida, también contribuyen al desarrollo de esta condición.
¿Cuándo debo consultar a un especialista?
Se recomienda consultar a un especialista si experimenta:
- Episodios recurrentes de pérdida involuntaria de orina.
- Sensación de que la vejiga no se vacía completamente después de orinar.
- Cambios en los patrones urinarios, como aumento de frecuencia miccional o urgencia.
- Incontinencia urinaria nocturna o molestias relacionadas con el sueño. Un diagnóstico temprano puede identificar problemas subyacentes y prevenir complicaciones.
¿Existen ejercicios que puedan ayudar a prevenir la incontinencia?
Sí, los ejercicios del suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel, son altamente efectivos para prevenir y tratar la incontinencia urinaria, especialmente la incontinencia urinaria de esfuerzo. Estos ejercicios fortalecen los músculos responsables del control de la micción. Su práctica regular puede mejorar significativamente el soporte de la vejiga y la uretra.
¿Qué opciones de tratamiento están disponibles?
Las opciones de tratamiento dependen del tipo de incontinencia urinaria y su gravedad, e incluyen:
- Intervenciones no farmacológicas:
- Ejercicios del suelo pélvico.
- Terapias conductuales, como el entrenamiento vesical.
- Modificaciones en el estilo de vida, como la pérdida de peso y la reducción de irritantes vesicales.
- Tratamientos farmacológicos:
- Medicamentos antimuscarínicos y agonistas beta-3 adrenérgicos para tratar la hiperactividad del músculo detrusor.
- Intervenciones quirúrgicas:
- Procedimientos como la colocación de cabestrillos suburetrales o inyecciones de agentes de relleno.
- Dispositivos externos:
- Pesarios, catéteres o productos absorbentes. La consulta con un especialista es fundamental para determinar el tratamiento más adecuado.
Referencias recomendadas
- National Association for Continence (NAFC): Understanding Urinary Incontinence
- Incontinencia urinaria, del silencio a la acción: El País
- «Incontinencia urinaria | Revista Médica Clínica Las Condes»:Elsevier
- «Evaluación y diagnóstico de la incontinencia urinaria»: Uroweb
- «Guías EAU sobre incontinencia urinaria»: SciELO
- «Guía sobre incontinencia urinaria – SEGG»: SEGG
- «Guía clínica sobre la incontinencia urinaria – AEU»: AEU
- «Incontinencia urinaria – Clínica Universidad de Navarra»: Cun
Fisioterapeuta por la Universidad de Extremadura (Unex). Años 2000 – 2003.
Osteopata C.O. Escuela de Osteopatía de Madrid. 6 años, de 2005 a 2011.
Obtención del D.O. en Osteopatía, del 2011 al 2014.
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