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¿Qué es el lipedema?

El lipedema es una enfermedad crónica y progresiva que en ciertas situaciones puede resultar incapacitante para quien la sufre. Esta dolencia tiene raíces genéticas y se caracteriza por una acumulación simétrica de tejido graso en ambas piernas, resistente a la pérdida de peso mediante dieta o ejercicio. El lipedema en las extremidades inferiores es una patología dolorosa y sensible, propensa a la aparición de hematomas, debido a la fragilidad de los capilares sanguíneos.

Esta acumulación grasa simétrica provoca un desbalance estético en el cuerpo, resultando en piernas notablemente más gruesas en comparación con el resto del cuerpo. A menudo, no se observa distinción entre tobillos, rodillas y muslos, y se presenta un engrosamiento particularmente notable en las pantorrillas.

El lipedema afecta principalmente a mujeres y suele manifestarse después de la pubertad, durante el embarazo o en la menopausia. Esto ha llevado a creer que los cambios hormonales pueden influir en su aparición, aunque también se indica una posible predisposición genética.

Sin embargo, es importante destacar que el lipedema no está vinculado con el sobrepeso o la obesidad.

Lipedema: Sintomatología

Los síntomas del lipedema varían en intensidad y pueden diferir de una persona a otra. Esta condición puede presentar una o varias de las siguientes características, que impactan significativamente en la calidad de vida de los afectados:

fases del lipedema
  • Dolor en las piernas, que puede manifestarse al caminar, en reposo o al tacto.
  • Incomodidad en las rodillas, llegando en casos severos a dificultar la movilidad.
  • Agravamiento durante la pubertad, embarazo o menopausia.
  • Desproporción entre piernas gruesas y pies delgados.
  • Propensión a moratones y hematomas en las piernas.
  • Ausencia de edema en pies y manos.
  • Desarrollo de venas varicosas o arañas vasculares.
  • Falta del signo de fóvea: al presionar la pierna, la piel no queda hundida.
  • Pérdida de elasticidad en la dermis, que puede llevar a una reducción progresiva de la movilidad.
  • Las dietas de adelgazamiento no afectan significativamente la grasa del lipedema.
  • Temperatura más baja en la zona afectada.
  • Síntomas que pueden causar molestias significativas y afectar la calidad de vida, dependiendo del estadio de la enfermedad:
    1. Primer estadio: Síntomas leves, con piel aparentemente normal pero con pequeños nódulos de grasa palpables.
    2. Segundo estadio: Aparición de «piel de naranja», formación de hematomas y nódulos de grasa más grandes.
    3. Tercer estadio: Nódulos aún más grandes y pérdida de elasticidad cutánea, acompañados de equimosis, dificultad para caminar y hormigueo.

Además de estos síntomas, el lipedema puede conducir a complicaciones como artritis en la rodilla, estancamiento linfático y fibrosis de la grasa subcutánea. Por lo tanto, un diagnóstico precoz del lipedema es crucial para un tratamiento efectivo y oportuno.

Diferencia entre Linfedema y Lipedema

El lipedema y el linfedema son dos enfermedades distintas, a menudo confundidas debido a sus nombres similares y a que ambas implican cierto tipo de hinchazón.

La principal diferencia entre estas dos condiciones radica en sus prefijos y en lo que representan. Mientras «lipo-» se refiere a grasa o lípidos, indicando que el lipedema está relacionado con la acumulación de grasa, «linfo-» hace referencia a la linfa, un líquido casi incoloro que proviene de la sangre y circula por los vasos linfáticos. Así, el linfedema se asocia con la acumulación de líquido linfático.

En cuanto a sus características:

  • Asimetría en Linfedema: El linfedema suele manifestarse de manera asimétrica, afectando una pierna más que la otra. Además, puede presentarse en el dorso de las manos o pies, incluyendo los dedos.
  • Simetría en Lipedema: Por otro lado, el lipedema es simétrico y bilateral, afectando ambas piernas o brazos de manera uniforme. Se manifiesta desde los brazos o piernas hasta las muñecas o tobillos, pero no incluye manos o pies.

Estas diferencias son claves para el diagnóstico y tratamiento adecuado de cada condición. Mientras el lipedema se centra en la acumulación de tejido graso, el linfedema implica un problema con la circulación del líquido linfático.

Tratamientos para El Lipedema

En caso de lipedema, es crucial un diagnóstico temprano para iniciar un tratamiento adecuado y aliviar los síntomas de esta condición. Los pacientes deben seguir las recomendaciones de un médico especializado. Algunas de las medidas y tratamientos recomendados incluyen:

tratamiento para lipedema
  • Ejercicio físico y fisioterapia: Actividades específicas y fisioterapia pueden ayudar a estimular el drenaje de líquidos y mejorar la circulación.
  • Intervención quirúrgica: En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para eliminar el exceso de tejido adiposo y prevenir complicaciones adicionales.
  • Plan nutricional: Un especialista en nutrición puede desarrollar un plan alimenticio personalizado para ayudar a controlar y reducir la grasa corporal.
  • Mesoterapia: Este tratamiento implica inyecciones de sustancias como vitaminas, hormonas y enzimas en la piel. Es conocido por su eficacia en la reducción de grasa localizada.
  • Presoterapia: Utiliza presión de aire para realizar un drenaje linfático y estimular la circulación, ayudando en la eliminación de líquidos, grasas y toxinas.
  • Radiofrecuencia: Este tratamiento no solo ayuda a reducir el lipedema, sino que también mejora la apariencia de la piel, haciéndola más joven y elástica.
  • Medias de compresión: Estas medias ejercen una presión controlada, estimulando el retorno venoso y linfático, útiles para reducir el cansancio y la hinchazón.
  • Higiene adecuada: Mantener una limpieza rigurosa en las áreas afectadas para prevenir infecciones.
  • Soporte psicológico: En algunos casos, el apoyo psicológico es fundamental para ayudar a los pacientes a afrontar la enfermedad y mantener una calidad de vida óptima.

Nutrición y Estilo de Vida en el Lipedema

La nutrición y el estilo de vida juegan un papel crucial en su manejo. Aquí exploramos las dietas recomendadas, el ejercicio para el lipedema, el apoyo emocional y los productos específicos que pueden ayudar.

Dietas Recomendadas

  1. Dieta Antiinflamatoria: Alimentos ricos en omega-3, frutas y verduras frescas, y la reducción de alimentos procesados pueden ayudar a reducir la inflamación.
  2. Control de Carbohidratos: Una dieta baja en carbohidratos puede ser beneficiosa para evitar el aumento de peso excesivo.
  3. Hidratación: Beber suficiente agua es esencial para mejorar la circulación y reducir la hinchazón.

Ejercicio y Actividad Física

  1. Natación y Ejercicios Acuáticos: Estas actividades son ideales ya que el agua proporciona una resistencia suave sin ejercer presión sobre las articulaciones.
  2. Caminatas Ligeras: Ayudan a mejorar la circulación sin sobrecargar las áreas afectadas.
  3. Yoga y Pilates: Estas disciplinas fomentan la flexibilidad y el fortalecimiento muscular, importantes para el manejo del lipedema.

Apoyo Emocional y Psicológico

  1. Manejo del Estrés y la Ansiedad: Técnicas de relajación como la meditación y la respiración profunda pueden ser útiles.
  2. Grupos de Apoyo y Comunidades: Unirse a grupos de apoyo puede proporcionar un espacio seguro para compartir experiencias y consejos.

Ropa y Productos Específicos para Lipedema

  1. Prendas de Compresión: Ayudan a reducir la hinchazón y el dolor, mejorando la circulación.
  2. Productos y Accesorios Útiles: Artículos como almohadillas de masaje y suplementos nutricionales pueden ser beneficiosos.

En ClinicaSalux, nos dedicamos a cuidar la salud de nuestros pacientes, innovando constantemente para ofrecer los tratamientos más efectivos. Si necesitas más información o asistencia, estaremos encantados de ayudarte.

Dr. Antonio Moro Pantoja

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