Sara González Gandullo
saruxxa@hotmail.com
Hola, escribo para contar como me encuentro y sobre todo para darte las gracias una vez más por el tratamiento que me regalaste hace ya casi dos años. Me pediste una vez, que si alguna vez me curaba, te explicase de qué forma había ocurrido.
Aún no puedo hablarte en términos de curación absoluta, sin embargo siento por fin que estoy en el camino. Tú me diste la clave, al revelarme el origen emocional de mis lesiones, me hiciste tomar conciencia y responsabilidad sobre mí misma. El dolor de mi cuerpo me hablaba a gritos, pidiendo ayuda…Procesar todo este descubrimiento me ha llevado casi dos años.
El dolor ha marcado mi vida desde mi infancia, el abuso y el abandono emocional han dañado mi cuerpo y mi alma. Sin embargo ahora soy una mujer y ahora me toca a mí cuidarme y curarme.
Mi padre falleció el pasado 28 de noviembre y el dolor que provocó en mi su pérdida, despertó mi conciencia hasta un punto insospechado. Desde ese momento he empezado a dedicarme a mí, a cuidarme , a escucharme, en definitiva a curarme.
Por eso te escribo. Para decirte que has sido una pieza clave en mi camino y si bien el dolor físico aún no ha desaparecido, mi forma de vivirlo ha cambiado. Y ciertamente estoy mejorando poco a poco que ya es mucho.
Espero que todo te vaya muy bien.
Eternamente agradecida, Sara.
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