La artrosis de rodilla es una condición que afecta a muchas personas, causando dolor y limitaciones en la movilidad. Para enfrentar este problema, es fundamental abordar diversas estrategias terapéuticas.
Las sesiones de fisioterapia se centran en mejorar la calidad de vida del paciente. Las técnicas empleadas pueden incluir ejercicios de fortalecimiento, terapia manual y modalidades físicas como el ultrasonido y la electroterapia. El objetivo principal es reducir el dolor, mejorar la movilidad y prevenir la rigidez articular.
En la Clínica Salux, cada tratamiento es personalizado. Se considera el bienestar integral del paciente y se diseñan planes específicos para cada caso. Las técnicas también pueden incluir ejercicios aeróbicos y estiramientos, además de desarrollar programas de educación para el paciente, enseñándole a cuidar mejor sus articulaciones en la vida diaria.
Además, se recomienda la aplicación de calor o frío para aliviar las molestias y la combinación de técnicas avanzadas, como la hidroterapia y la acupuntura. También es beneficioso integrar ejercicios de equilibrio y coordinación para mejorar la estabilidad de la rodilla.
Es fundamental tener en cuenta que el tratamiento debe ser constante y adaptado a la evolución del paciente para obtener resultados óptimos. La sinergia de las técnicas utilizadas en la Clínica Salux permite atender de manera eficaz los síntomas de la artrosis de rodilla, promoviendo una vida más activa y sin dolor.
Índice
Toggle¿Qué es la artrosis de rodilla?
La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa que afecta la articulación de la rodilla. Es decir, implica el deterioro del cartílago articular en dicha zona.
Causas de la artrosis de rodilla
La degeneración meniscal, o desgaste del menisco, es un fenómeno que se presenta naturalmente con el envejecimiento. Además de este factor temporal, hay otras causas que pueden contribuir a su deterioro:
- Lesiones previas: Lesiones anteriores en la rodilla, como desgarros de meniscos o daños en los ligamentos, pueden aumentar la susceptibilidad del menisco al desgaste.
- Factores genéticos: La predisposición genética puede ser determinante en la rapidez y magnitud del desgaste del menisco en ciertas personas.
- Obesidad: El exceso de peso puede añadir presión extra en la rodilla, acelerando el proceso de desgaste meniscal.
- Uso repetitivo: Actividades que implican movimientos repetitivos de flexión y extensión de la rodilla, como correr y saltar, pueden llevar al desgaste gradual del menisco.
Síntomas de la artrosis de rodilla
Los síntomas del deterioro del menisco pueden manifestarse de diversas formas e intensidades. Entre los signos más frecuentes se encuentran:
Limitación en el rango de movimiento: El desgaste del menisco puede dificultar el doblar o estirar completamente la rodilla.
Hinchazón: La fricción entre las superficies desgastadas del menisco puede causar inflamación en la rodilla.
Dolor: Molestias en la parte interna o externa de la rodilla que pueden intensificarse con la actividad física.
Crepitación: Al mover la rodilla, se puede experimentar una sensación y sonido de crujido o chasquido debido al roce de las superficies deterioradas.
Rigidez: Sensación de rigidez en la rodilla, especialmente después de periodos prolongados sin actividad.
Técnicas utilizadas en fisioterapia para la artrosis de rodilla
Empleamos 2 tipos de técnicas: técnicas que mejoran la funcionalidad (ejercicio terapéutico) y técnicas analgésicas.
Técnicas analgésicas
Termoterapia y Crioterapia
El uso del calor (termoterapia) y el frío (crioterapia) procura beneficios para el organismo. No solo disminuye la inflamación (edema) y los espasmos musculares, sino que también reduce el dolor.
Terapia manual
Para reducir el dolor, se emplean diversas técnicas como la movilización articular, los masajes y la movilización neuromeníngea, etc.
El ejercicio terapéutico
Los distintos tipos de ejercicios terapéuticos son las técnicas más eficaces para mejorar la funcionalidad. Son la herramienta terapéutica más común y con mejores resultados en la artrosis de rodilla. Tales ejercicios inciden tanto directa como indirectamente en la artrosis, mejorando la estabilidad, fortaleciendo las estructuras contráctiles y mejorando la marcha y el equilibrio general.
Las técnicas serán adaptadas según la situación del paciente: se aplicarán de manera suave y progresiva, preferentemente sin carga articular, integrando la rodilla en el esquema motor del miembro inferior.
La musculatura de especial atención incluye: tríceps sural, cuádriceps, isquiotibiales, cintilla iliotibial, tensor de la fascia lata, y los músculos de la cadera. Asimismo, se debe prestar especial cuidado a la rótula y cualquier deformidad de la rodilla.
¿Qué objetivos nos planteamos en las sesiones de Fisioterapia?
- Disminuir el dolor y la inflamación.
- Prevenir la aparición de deformidades y el desarrollo de la enfermedad.
- Mantener amplitudes de movimiento saludables.
- Conservar la masa y fuerza muscular.
- Desarrollar la marcha funcional.
- Volverse independiente en las actividades de la vida diaria.
Opciones de Tratamiento
El manejo del menisco varía según la severidad de los síntomas y el grado de desgaste presente. Existen varias opciones de tratamiento como:
- Inyecciones de Corticosteroides: Estas inyecciones pueden disminuir la inflamación y el dolor en la rodilla, proporcionando un alivio temporal.
- Terapia Física: A través de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento guiados por un fisioterapeuta, se puede mejorar la estabilidad de la rodilla y reducir las molestias.
- Cirugía de menisco: En casos graves, cuando los síntomas persisten pese a otros tratamientos, la cirugía puede ser una opción, ya sea reparando el menisco o eliminando parcialmente la parte dañada.
- Modificaciones en el Estilo de Vida: Mantener un peso adecuado y evitar actividades que pongan demasiada presión en la rodilla puede ayudar a ralentizar el desgaste.
- Medicamentos: Los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden ofrecer un alivio temporal del dolor y disminuir la inflamación.
En suma, el desgaste del menisco es un fenómeno natural que puede causar dolor y limitaciones en la rodilla. No obstante, con el diagnóstico adecuado y el tratamiento pertinente, es posible controlar los síntomas y mantener una buena calidad de vida. Ante cualquier señal de desgaste, es crucial consultar a un profesional de la salud para recibir una evaluación y recomendaciones adaptadas a cada caso.
Fisioterapeuta por la Universidad de Extremadura (Unex). Años 2000 – 2003.
Osteopata C.O. Escuela de Osteopatía de Madrid. 6 años, de 2005 a 2011.
Obtención del D.O. en Osteopatía, del 2011 al 2014.
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